Vuelven las clases presenciales en Facultades de Odontología del país. Poco a poco, los alumnos se reincorporan para retomar su educación convencional.
En algunas universidades, como en la Universidad Autónoma de Coahuila, el regreso a la Facultad de Odontología se llevó a cabo desde mediados del mes de agosto, con cursos de inducción para alumnos de nuevo ingreso. Previo acuerdo entre autoridades, hubo un consenso entre varias facultades, padres de familia y alumnos para regresar a las aulas con las medidas pertinentes.
También, y para alegría de muchos, encontramos un comunicado de la Facultad de Odontología de la UNAM, con fecha 17 de septiembre, donde informaba que se había aprobado en la sesión del 10 de septiembre, el regreso a clases presenciales en algunas de las actividades consideradas esenciales.
Estas actividades: clínicas (diplomados y posgrados), de investigación (posgrados), de laboratorio y preclínicas (licenciatura) se llevarán a cabo de manera gradual y escalonada, según mencionan, cuando el semáforo epidemiológico se encuentre en amarillo, es decir, ya.
Al 19 de septiembre en el país teníamos 24 estados en amarillo; 4 en verde (Baja California, Chiapas, Chihuahua y Sinaloa) y 4 en naranja (Tamaulipas, Morelos, Colima y Tabasco). Por fin empezamos a ver la luz al final del túnel, en todos sentidos. No hay que bajar la guardia, sin embargo, saber que regresan las actividades académicas presenciales no solo es algo deseado sino necesario.
Si bien todavía hay cierta resistencia, dada la situación que continúa en el país respecto a la enfermedad COVID-19, los ánimos por volver están exaltados. Hace falta la interacción, el vernos las caras, las prácticas; las investigaciones; la retroalimentación de conocimientos; disipar dudas; la expresión de los puntos de vista universitarios de cada una de las materias, etc.
La Odontología y sus especialidades, por su parte, contienen materias y desarrollos prácticos ineludibles, que aun con la tecnología digital y las clases virtuales, son imprescindibles en la formación profesional de los odontólogos.
Los dentistas tienen una importancia relevante en la vida de la sociedad, en muchos aspectos. Se encargan de mejorar la calidad de vida de las personas cuidando su salud bucal. La estética y la función oral dependen en gran medida de él.
La prevención de enfermedades bucales también es parte de su responsabilidad, claro, junto con el paciente mismo e instituciones sociales de salud. Por ello, debe tener una actitud de servicio que le permita ir más allá de la generación de un ingreso económico o de “ver dientes lindos” en sus pacientes.
A causa de lo anterior, la educación es vital y por ello, reabrir las puertas a las facultades y sus aulas es de celebrarse.¡Seamos todos bienvenidos a las clases presenciales, a la preparación académica convencional, al desarrollo de habilidades que solo el “tú a tú” nos proporciona!
Fuente del comunicado UNAM: Boletín DGCS-738