¿Cuántas veces han escuchado esa frase? El rechazo de algunos materiales o ciertas reacciones adversas a materiales como el metal, por ejemplo, el titanio, no siempre son causados por alergias.
Pero, ¿qué pasa entonces cuando se produce una reacción?, ¿de dónde viene ese rechazo que se presenta en ocasiones?
El Dr. Bilal Al- Nawas, cirujano maxilofacial, presidente del Departamento de Cirugía Oral, Maxilofacial y Plástica de la Universidad J. Gutenberg de Maguncia, Alemania ofreció una conferencia durante el Simposium de ITI a principios de septiembre, donde explicó por qué una alergia a un metal como el titanio es casi imposible.
Al respecto, comentó que hay que diferenciar primeramente entre alergia, infección bacteriana o de intolerancia, al darse una inflamación. Cuando hay “actividad” cerca del implante, y se encuentran alrededor partículas, cuerpos extraños, y hay una inflamación, regularmente se trata de bacterias y cuestiones inmunológicas: “hay personas más vulnerables a infecciones”, dijo.
Existen varios grados y tipos de hipersensibilidad y acorde a ellos, se habla, o no, de alergia como tal.
Tipos de hipersensibilidad
Hipersensibilidad 1: hay una respuesta inmediata, va desde comezón hasta una una anafilaxia que de no atenderse a tiempo, compromete hasta la vida. Se produce por una reacción alérgica a la exposición de un antígeno.
Hipersensibilidad 2: reacciones citotóxicas relacionadas con inmunoglobulinas, que tienen que ver con anemia hemolítica y otras reacciones complejas inmunes, que son más lentas.
Hipersensibilidad 3: liberación de mediadores inflamatorios en respuesta a inmunocomplejos de antígeno-anticuerpo que se depositan en vasos y tejidos.
Hipersensibilidad tipo 4: de reacción lenta. Está mediada por las células T. Dañan el tejido a través de efectos tóxicos directos o mediante la liberación de citocinas, lo que activa a los eosinófilos, los monocitos y macrófagos, los neutrófilos o las células natural killer (manual MSD, 2021)
La alergia al titanio entraría en la hipersensibilidad tipo 4, sin embargo, aclara el doctor Bilal, el titanio en sí no crea una respuesta inmune.
Se debe aclarar que el titanio no está en contacto directo con el cuerpo. La resistencia a este metal, la corrosión viene del óxido de titanio, pero estos óxidos no pueden enlazar a las proteínas y hacer un hapten (sustancia química que unida a una proteína transportadora produce respuesta inmune inducida); por lo tanto: la alergia al titanio es muy rara.
La intensidad de la reacción inflamatoria parece ser la predisposición
La corrosión desempeña un papel muy importante porque lleva a la liberación de partículas de óxido de titanio en el tejido periimplantar; está también la biocorrosión con bacterias, el ph bajo, y ahí nos encontramos macrófagos. Así, efectivamente existe reacción inflamatoria. Para el doctor Bilal Al Nawas, la reacción inflamatoria parece ser la predisposición; no hay evidencias de la participación de linfocitos T que se activen, así que no se trata de una alergia, afirma, dado que el titanio forma un óxido inerte y no es un alergéno directo.
Pruebas de diagnóstico
Por otra parte, al referirse a las pruebas diagnósticas de hipersensibilidad, destacó cierta falibilidad en ellas, ya que, en las epicutáneas, por ejemplo, la piel reacciona ante alergénos directos, pero en la mucosa es diferente; ahí, se requeriría mayor concentración de estos, por lo tanto no tiene mucho sentido, y pueden producirse falsos negativos.
De la misma forma, el doctor Al-Nawas dijo respecto a los análisis de sangre: “Si hablamos de las personas de laboratorios ellos buscan linfocitos T y esto normalmente se mezcla con eparina. Buscamos linfocitos clave, ponemos el titanio y vemos si hay una reacción, pero esta prueba no se puede estandarizar y la variabilidad es muy alta, por ello nos encontramos de nuevo con falsos positivos, negativos, controles, etc.”.
Variabilidad biológica: resulta con una alta variabilidad y falsos negativos y positivos, pues, de la misma forma, también puede intervenir la eparina y se mezclan linofcitos T con alergénos para ver qué ocurre.
A pesar de ello, existen protocolos ideales para la detección de la hipersensibilidad que son de gran utilidad a la hora de buscar algún tipo de alergia: 1.- Clasificación del fenotipo clínico; 2.- Historial médico; 3.-Pruebas in vitro; 4.- Pruebas in vivo (en piel); y 5.- Pruebas de provocación.
¿Y entonces, qué se hace?
“Si queremos evaluar la hipersensibilidad al titanio (antes de la colocación del implante) pero no existen antecedentes de otro fracaso, se puede poner el implante que se desee. Si existen antecedentes y/o síntomas de alergia, entonces, es conveniente hacer una prueba de “provocación”, es decir, colocar el implante y esperar algún síntoma: si hubiese, se cambia de implante; pero si no, únicamente se da seguimiento y control clínico”. El doctor finalizó aconsejando no retirar implantes sin razón, así como considerar el uso de otros materiales como la cerámica, cuando hay intolerancia a los metales.
Fuente:
Conferencia del Dr. Dr. Bilal Al-Nawas
ITI 202ONE