Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
La función principal de la robótica es realizar actividades y funciones que el ser humano desempeña, pero de una forma optimizada.
Si bien el desarrollo del concepto y aplicaciones de la robótica se remonta a principios del siglo XX, ya desde el III a.C., en China, y en el siglo I a.C. en Alejandría, aparecían relatos e ideas donde se presentaban máquinas humanas mecánicas, que podían hacer cosas que el ser humano de la época no podía.*
Como se ha visto en este siglo XXI, el avance tecnológico se da de forma imparable y vertiginosa, y la robótica es precisamente eso, la culminación de la perfección en tecnología.
Hoy en día, los usos y beneficios que esta ofrece abarcan desde actividades en la industria, el hogar, hasta la exploración espacial, medicina y entornos de difícil acceso o peligrosos para el ser humano, como el fondo del mar o lugares donde no hay aire.
Asimismo, y aunque no podría definirse como beneficio per se, la utilización de robots en las guerras es otra aplicación que el ser humano ha dado para “beneficio” pero de quien lo utiliza dado que el riesgo para él se reduce drásticamente y sus objetivos son alcanzados con más precisión.
La robótica en implantología
Desde 2016, en Estados Unidos se presentó el primer robot creado para su uso en implantología. Según informes del cofundador de la empresa creadora del robot, el doctor Alan Mozes, se trata del primer robot de cirugía guiada para implantología avalado por la Federal Drug Administration (FDA).
Con este robot, los odontólogos podrán ofrecer al paciente una precisión exacta, una flexibilidad intraoperatoria y para el paciente mayor satisfacción al reducir las visitas al consultorio, así como minimizar el dolor y la generación de una mayor confianza en que el implante se colocó de la mejor manera.
Al parecer este equipo, que facilita al especialista desde una excelsa planificación hasta la colocación del implante ha tenido gran éxito.
A pesar de todo, el cirujano tiene siempre el control, ya que es quien planifica y lleva a cabo todo el proceso, pero asistido por el robot.
En Phoenix, Arizona, del 16 al 18 de marzo de este 2023, durante la convención de la Academy of Osseointegration que se realizará en el Centro de Convenciones de Phoenix, habrá un stand donde estará este ya famoso equipo robotizado, de la empresa Neocis, que realizará demostraciones a todos los interesados en conocerlo.
¿Hasta dónde se llegará en tecnología odontológica?
Es increíble, en verdad, la incesante generación de investigaciones cuyo objetivo es aplicar más la tecnología de vanguardia en odontología. En el caso de los implantes, vemos cómo este robot es capaz de hacer realidad la película de ficción más innovadora que se pueda imaginar.
Colocar implantes de una manera segura, con un riesgo mínimo en el procedimiento, reducción del dolor, precisión, etc., es ya una realidad.
Pero eso no lo es todo.
Recientemente se habla, también, de los implantes inteligentes.
Según Geelsu Hwang, doctor en Ingeniería Química y Molecular de la Universidad de Yonsei, Seúl, actual profesor asistente de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad de Pensilvania, quien con otros investigadores crearon estos implantes, los hicieron con dos características principales.
Esto es, con nanopartículas, capaces de resistir el ataque bacteriano a que se someten los implantes normales, infección que puede provocar inflamación y problemas de encías que, muchas veces obligan al reemplazo, tarde o temprano.**
Y con una fuente de luz incorporada que se activa con movimientos como los masticatorios, para llevar a cabo una fototerapia constante, que, además, protege al tejido gingival de las bacterias.**
Qué maravilla. El ser humano no tiene límites en su capacidad creativa. Los avances no se detienen, día a día, la medicina y por ende la odontología se benefician de ello para ofrecer mejores e impensables tratamientos.
Fuentes:
*(concepto.de/robótica/tecnología).
**gacentadental/2021/11