Al parecer, la ansiedad, el estrés, la depresión, se han posicionado como algunos de los padecimientos más comunes en el mundo, y provocan trastornos a nivel físico, emocional, mental y social. Hoy día, hasta los pequeños padecen este tipo de alteraciones; es increíble a dónde se ha llegado.
La pandemia, por su parte, ha incrementado enormemente los casos. Basta con echar un vistazo a la gran cantidad de artículos y seminarios virtuales sobre el manejo de estas alteraciones que ha publicado la Organización Mundial de la Salud, tanto para los profesionales de la salud como para el público en general, para darnos cuenta del impacto.
Las manifestaciones físicas de la ansiedad y el estrés son innumerables, y nuestra boca no se salva: el bruxismo hace acto de presencia en un intento inconsciente de nuestro cuerpo por resistirse a algo o “gritar” por ayuda. Si bien las causas de este padecimiento oral pueden ser multifactoriales (oclusiones anómalas; SNC: sistema nervioso central; trastornos del sueño, algunas enfermedades congénitas, entre otros), es seguro que la ansiedad y el estrés lo magnifica.*
Dada su experiencia, los odontólogos pueden detectar el bruxismo y llevar acciones para minimizar sus efectos, sin embargo, cuando sucede durante el sueño, en ocasiones la gente ni cuenta se da puesto que los síntomas pueden aparecer tiempo después del constante rechinamiento de dientes o de apretar la mandíbula. Durante la pandemia, sin embargo, el bruxsimo llamado de vigilia ha aumentado significativamente y se asocia aun más a factores psicológicos.
Las consecuencias del bruxismo pueden incluir el desgaste dentario, hipersensibilidad, dolor de articulación temporomandibular, cefaleas, erosiones, y si bien existen varias opciones de tratamiento –según su etiología- como cambios en hábitos de vida; ejercicio, reducción de hábitos dañinos, etc., la guarda para bruxismo, se convierte en una herramienta oral importante para proteger de los daños a los dientes de quienes lo padecen.
A pesar del gran auge que están tomando estas férulas, y que incluso son vendidos hasta por internet, sabemos que en realidad deben prescribirlas ustedes, los odontólogos, para determinar el tipo que necesita cada paciente de acuerdo a sus necesidades. Por ello, de manera general es importante considerar:
1.- El material. La literatura revisada nos habla de que deben ser hechas de material duro y rígido (acrílico), de lo contrario, aumentarán el hábito involuntario de apretar. Afortunadamente, existen avances tecnológicos y de vanguardia que permiten su fabricación con ambas características: blando en el interior, para ser gentil con los dientes y encías; y duro en el exterior (3 mm), para evitar apretar los dientes y prolongar su durabilidad; en estos casos el poliuretano blando y copoliéster duro forman una sinergia perfecta.
2.- Bioseguridad. Desde hace tiempo se habla de lo importante que es evitar o reducir, preferentemente, el consumo de artículos que contengan el bisfenol A, o BPA. Como sabemos, se trata de un producto químico industrial que desde los años 70, aproximadamente, se utiliza en la elaboración de ciertos plásticos o resinas, para evitar la contaminación y corrosión de latas y las bebidas contenidas en botellas de plástico, sin embargo, hay estudios que aseguran, que después de contactos prolongados con el BPA, pueden ocurrir alteraciones en la salud del cerebro de fetos, bebés y niños e incluso lo han relacionado con aumento en el riesgo del cáncer. Por tal motivo, y subiéndonos al tren de la prevención y salud en general, es recomendable que, si es posible, se prescriban guardas libres de este producto.
3.- Adaptabilidad. Es decir, con el grosor adecuado para hacer ajustes oclusales, conforme sea necesario para estabilizarla y lograr comodidad y relajación muscular.
4.- La forma: son planas. No tienen las huellas de los dientes con los que contactan, con el fin de dar libertad de movimiento.
Vale la pena invertir en materiales de calidad para la confección de todos los tipos las guardas para los pacientes, lo que incluye, por supuesto, aquellas para el bruxismo. Los profesionales de la salud oral tienen en sus manos gran parte de la solución al control de esta alteración; solución cuyos resultados pueden verse en corto tiempo y con ello, ayudar a disminuir la tensión y mejorar la salud general del paciente, quien muchas veces es presa de ese huracán que puede acabar con todo, llamado estrés.
Fuentes:
mayoclinic.org(2005)
clinicadentalgarcelan.com
*(gaceta dental, mayo, 2009)
giancarlo de la torre, bruxismo, brazil