La modernidad y la tecnología de punta nos apabulla, no solo por su alta disponibilidad, sino por su promesa de facilidad, comodidad y grandes resultados, a lo que saltamos gustosos. Si bien en innegable que los adelantes tecnológicos marcan la diferencia, asimismo lo es, que los principios de la clínica y los procedimientos manuales son insustituibles. Por ello el conocimiento, la destreza y la experiencia del clínico marca, y marcará, la diferencia en los resultados de los tratamientos.
A veces se puede hacer mucho, con menos, o mediante procedimientos e implementos «viejos» o «pasados de moda»; la medicina tradicional lo sabe, pues se compone de terapéuticas milenarias, y los médicos y odontólogos experimentados, también, pues basan su tratamiento en lo mejor para el paciente, aun y cuando no involucre la tecnología novedosa.
Bueno, es momento de darnos una «vueltecita» por los artículos que integran esta edición, que son de gran interés. El fijador externo es uno de los dispositivos que están en cierto desuso, ya se han reemplazado por otros implementos más moderno, si embrago, en Fijador externo aplicado a la fractura conminuta mandibular, que nos llega del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital General “La Perla”, se demuestra que muchas de las opciones anteriores a la era digital, aún son eficaces en manos expertas.
De la Facultad de Estudios Superiores Iztacala leeremos Estudio in vitro del color del esmalte desmineralizado después de un tratamiento de mínima invasión, estudio donde se demuestra que los barnices fluorados sí modifican el color del esmalte dental en condiciones de pH cíclico.
Seguimos con otro estudio experimental titulado Efectividad antimicrobiana del quitosano sobre la inhibición de los microorganismos odontopatógenos Streptococcus mutans y Enterococcus faecalis, el cual concluye que este compuesto, de origen natural, tiene una acción antimicrobiana efectiva sobre estas dos bacterias relevantes en la salud bucodental.
Inteligencia artificial, es un término que se ha vuelto popular recientemente, sin embrago engloba a los recursos digitales que imitan la inteligencia humana para realizar tareas y mejorarse a sí mismos iteractivamente, la verdad es que ya forman parte de las herramientas pedagógicos que potenciarán la capacidad de enseñanza y aprendizaje, como bien se refiere en Revolucionando la educación odontológica, aproximación al uso de la inteligencia artificial en la enseñanza de la Odontología, que entregó la FES Iztacala.
Los casos clínicos son cápsulas de experiencia valiosas, este número presentamos dos; el primero es Manejo de paciente con caninos ectópicos superiores y mordida profunda, de la FES Zaragoza, donde se expone que la ubicación de estas piezas hace muy difícil la planificación de la biomecánica a utilizar, aunque actualmente se intenta resolver el apiñamiento sin extracciones, hay casos en los que es necesario extraer ciertas piezas dentales y transposicionar otras para que ocupen su lugar; el segundo es Abordaje quirúrgico y terapia muscular en paciente pediátrico con anquiloglosia, un caso exitoso que se trató con una técnica quirúrgica denominada frenectomía, seguido de una terapia muscular para la lengua. Terminamos con un artículo epidemiológico del plantel sur del Instituto Bioprogresivo de Ortodoncia, titulado Frecuencia de disfunción en la articulación temporomandibular, cuyo universo de estudio fueron pacientes activos del propio instituto que reveló que el sexo femenino tiene mayor prevalencia de alteraciones en la articulación temporomandibular.
Mientras escribía la reseña de la oferta de este número, me di cuenta que de alguna manera se ilustra lo que se planteó líneas arriba sobre lo novedoso y lo tradicional; la conclusión sería que no se trata de enfrentarlas, sino de integrarlas y aplicarlas con inteligencia, siempre con la mira en el mayor beneficio para el paciente. Nos vemos en noviembre.
