Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
La toma de radiografía en odontología es el pan de cada día. Para precisar diagnósticos, realizar tratamientos o dar seguimiento a estos, la imagenología siempre ha representado un papel importante. Aun así, es importante controlar la frecuencia, ya que la exposición a las radiaciones de forma indiscriminada puede dañar la salud del paciente y del profesional.
Recientemente, en la página de la ADA (American Dental Association) se publicó un artículo sumamente interesante, donde se plantearon una serie de recomendaciones para reducir en lo posible la frecuencia en la toma de imágenes radiográficas, y de aquellas resultantes de la tomografía de haz cónico, minimizando de esta forma la exposición a la radiación.
No más
Primeramente, la ADA ya no recomienda más el uso de collares tiroideos durante la toma de rayos X. Después de algunas investigaciones resolvieron que el uso de estos protectores, así como los delantales de plomo, en muchas ocasiones bloquean el haz de rayos X, y hace que la imagen no sea la adecuada, por lo que esta debe repetirse. Esto, obviamente expone a más radiación al paciente y al médico.
Por otra parte, explican que con las nuevas tecnologías digitales para la toma de imágenes ya puede centrarse y enfocarse específicamente el haz a la zona deseada, restringiendo la radiación, con lo que el paciente está más protegido.
A pesar de ello, instan a los profesionales a revisar las leyes que regulen esta actividad en cada uno de los países en los que laboran, dado que, si estas exigen la utilización de ciertos equipos, deben cumplirse por sobre todas las recomendaciones que se ofrezcan.
Recomendaciones prioritarias para la toma de radiografías o imágenes por tomografía
- Antes que todo atender las regulaciones locales acerca de estos procedimientos, dado que las recomendaciones no sustituyen las leyes ni las regulaciones de cada país o entidad.
- De ser posible solicitar y utilizar imágenes adquiridas en estudios previos para tener un referente que pueda ofrecer información valiosa que mejore el diagnóstico.
- Uso de Imágenes radiográficas digitales por sobre las convencionales.
- Restringir el tamaño del haz durante un examen de radiografía al área que necesita ser evaluada.
- Colocar adecuadamente a los pacientes para poder tomar la mejor imagen.
- El uso de la CBCT sólo cuando las opciones de menor exposición no ayuden o no sean suficientes para el correcto diagnóstico.
En un segundo cuadro, dentro del artículo sobre seguridad radiológica ya se habla más específicamente de aspectos como la Supervisión regulatoria, Programas y capacitación sobre manejo y seguridad radiológico, Requisitos y desempeño de capacitación del operador, así como una serie de recomendaciones de protección tanto para el paciente como para el operador y su equipo, tipo de instalaciones, etc.
En una época donde la mínima intervención está de moda, dados los beneficios que ofrece, reducir la exposición a las radiaciones es una necesidad.
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