El uso de las piezas dentales como injerto óseo

Resumen

Introducción: Una pieza dental extraída, no es más un producto orgánico de deshecho, se tritura y se acondiciona de tal forma que se utiliza como injerto autólogo. Objetivo: presentar algunos casos de preservación alveolar en casos de extracción quirúrgica de terceras molares como material de injerto para aumento vertical del proceso alveolar para recibir implantes bucales. Material y métodos: revisión de casos clínicos. Resultados: bajo el microscopio electrónico de barrido el Auto BT muestra una consistencia similar a la del hueso cortical, por lo que se pueden considerar que el uso de los dientes como injerto autógeno debido a que tienen características fisicoquímicas similares a los injertos de hueso autógeno, lo que se demuestra en los casos clínicos que se exponen en el presente trabajo. Conclusiones: el AutoBT se puede utilizar con seguridad dentro de una variedad de procedimientos de reconstrucción como injerto para seno maxilar, regeneración ósea guiada, aumento del reborde alveolar e injerto para alveolo postextracción, lo que representa un buen recurso ya que el injerto de diente autógeno es más seguro que los injertos alógenos y xenógenos.

Introducción

La extracción dental es uno de los procedimientos que mayormente se realizan en la consulta odontológica, tanto de manera privada como de carácter público, se sabe que es la terapéutica destinada a remover las piezas dentales de su alveolo, en este panorama hay suficientes estadísticas sobre la reabsorción del hueso alveolar, que prueban su consecuencia de una deformidad que puede ser un obstáculo para la conservación de la estética, fonética y funcionalidad.

Una extracción afecta la cortical externa en un lapso de hasta ocho semanas y da como resultado cambios rápidos y significativos en el borde alveolar, también en el contorno gingival y provoca, como consecuencia, una deficiencia estética e incluso la fonética, razón por la que se debe preservar el alveolo, entre otras situaciones porqué después llega a ser muy complicado reestablecer las dimensiones naturales. y se debe considerar que para una restauración protésica se debe tener un volumen adecuado en las tres dimensiones, lo que incluye corticales intactas.

Cuando se realiza una extracción dental, se provoca una pérdida de volumen óseo no obstante si se utiliza la pieza como injerto para preservar el alveolo, la remodelación, que de manera natural existe, será menor y los cambios dimensionales no alterarán el volumen del reborde alveolar, lo que es muy útil para la colocación de implantes.

La pieza dental como injerto autógeno

En Estados Unidos se llevan a cabo más de veinte millones de extracciones dentales al año, de manera rutinaria las piezas extraídas se consideraban un desecho clínico, sin embargo, se pueden utilizar para la creación de un injerto óseo autógeno de alta calidad, debido al gran potencial como inductor óseo.

En base a estudios clínicos acerca de la anquilosis dental, se ha desarrollado un sistema que permite obtener a partir de la pieza dental recientemente extraída, un injerto particulado libre de patógenos para utilizarse de manera inmediata.

La gran ventaja es que se puede usar inmediato a la extracción, sirve para preservar el tamaño del alveolo y para algunas situaciones constantes en la clínica diaria.

Materiales de injerto óseo

El hueso alogénico y de materiales sintéticos son fuentes importantes para injertar. El injerto autógeno se considera como el «estándar de oro», dado que exhibe una matriz de células de instrucción bioactivas, no inmunológicas ni patológicas, en lugar de la necesidad de colectar hueso con la morbilidad resultante.

El hueso mandibular, alveolar y el desarrollo de los dientes, se originan de células de la cresta neural y muchas proteínas son comunes al hueso, la dentina y el cemento. Donovan et al 1993. Se sabe que la dentina y el cemento anquilosado, se someten a una muy lenta remodelación por parte de los osteoclastos para después reemplazarse por hueso con el tiempo. Schultz et al (2005) encontraron factores de desarrollo intactos y conservados en una matriz colágena extracelular en antiguos huesos y dientes humanos.

Recientemente varios estudios han reportado que los dientes extraídos que fueron sometidos a un proceso de limpieza, triturado y esterilizado, pueden ser un injerto efectivo en defectos de hueso alveolar en el mismo paciente.

Hoy día se emplean los dientes recién extraídos en el consultorio para reciclarlos en hueso autógeno mineralizado a partir de dentina para un injerto inmediato. Este procedimiento está indicado en casos en que los dientes son extraídos por problemas periodontales o piezas impactadas.

Injerto particulado de dentina mineralizada en las extracciones

Se debe considerar el «estándar de oro» para la preservación del alveolo, elevación de la membrana sinusal y defectos óseos. Cuando se usa hueso autógeno es inevitable la reabsorción ósea después del injerto además de que se genera un segundo defecto en el área donante.

En el hueso alveolar el contenido inorgánico es el 65 % y el contenido orgánico es el 25 %. Al final el 90 % de contenido orgánico es colágeno tipo I que juega un papel sobresaliente en la formación y mineralización de hueso.

Una pieza dental posee una estructura muy similar al hueso cortical y ofrece un tipo de injerto que promueve la formación de hueso además de mantener en óptimas condiciones el lecho injertado y está probado que las proteínas morfogenéticas óseas (BMP) promueven la formación de cartílago y hueso y la diversificación de las células madre indiversificables, en condrocitos y células osteogénicas. Las proteínas no colágenas como la osteocalcina, la osteoconectina, la fosfoproteína y la sialoproteína, están envueltas en la calcificación del hueso. Los patrones de matriz de proteína en los dientes, tiene potencial osteoconductivo.

Características

  • Es un injerto estable a corto y a mediano plazo, se considera como injerto autólogo, es osteoinductivo y osteoconductivo, es de costo accesible además de fácil y rápido de conseguir.
  • La cicatrización se obtiene en la mitad de tiempo, por lo que la rehabilitación se puede realizar mucho más rápido. La cantidad de injerto que se puede obtener es de 1 cc hasta 3 o 3.5 cc.
  • La dentina autógena promueve el crecimiento de hueso nuevo, se fusiona con el hueso existente, forma hueso tipo II y el tiempo para colocar un implante es a partir de seis semanas.

Procedimiento

  • La preparación del diente consiste en eliminar el tártaro dental y el tejido periodontal remanente en la pieza con una fresa de carburo, si hay restauración se debe remover.
  • Se seca con aire libre de aceite, se coloca en el molinillo, que es Kometa Bio, se programa 3 segundos de molienda y 10 segundos de vibración para separar las partículas grandes de las pequeñas, el tamaño debe ser de entre 300 a 1,200 micras; en caso de que sea necesaria otra molienda, se lleva acabo.
  • Las partículas se trasladan a un contenedor de vidrio estéril, con el limpiador químico a base hidróxido de sodio y etanol al 20 %, se cubre por completo el triturado. Cabe resaltar que la solución limpiadora es muy efectiva para disolver el material orgánico, inclusive bacterias, endotoxinas y virus.
  • Después de 5 minutos, se elimina el exceso de humedad con una gasa estéril.
  • Finamente se vierte la solución fosfato salina que llevará el ph a 7.2 y se dehidrata de nuevo con una gasa, esto se hace dos veces.
  • El injerto está listo para usarse.

Recientemente se ha sugerido tratar la dentina particulada con ácido etilendiaminotretraacético (EDTA), por dos minutos previo a la adición del buffer para crear una capa de sólo 10 micras de dentina desmineralizada para inducir la atracción de proteína morfogenética incluso.

Plasma rico en fibrina

El desarrollo de un (PRF) inyectable permite encontrar un alto número de leucocitos y factores de desarrollo, además de que permite aglutinar el injerto. Es un sistema de sangre concentrada totalmente autólogo, no requiere de ningún anticoagulante externo, se caracteriza por un proceso de preparación simplificado y apropiado para utilizarse en las aplicaciones clínicas del diario y se hace bajo el concepto de baja velocidad de centrifugado, la modificación del protocolo de preparación es la reducción de la fuerza centrífuga, lo que da como resultado un PRF avanzado y un fluido inyectable.

Matriz de particulado dentina mineralizada

En comparación con el PRF, esta nueva matriz está enriquecida con células inflamatorias como los leucocitos y plaquetas. Además, el concepto de baja velocidad en el centrifugado, permite el desarrollo de un coágulo más poroso en su estructura para servir como andamio y reservorio de factores de crecimiento que facilita el proceso de regeneración.

Cuando se va a mezclar el particulado de dentina (y esmalte) con PRF, se sugiere secar un poco más, se puede hacer en autoclave mediante un programa de cuatro o cinco minutos.

Casos clínicos de regeneración ósea vertical

Preservación alveolar en tercera molar inferior, para no dejar al descubierto la raíz distal y el comportamiento del injerto en seno maxilar.

Caso clínico 1

Figs. 1. Análisis radiográficos iniciales.

 

Figs. 2. Comportamiento del injerto.

Figs. 3. Análisis radiográficos finales.

Caso clínico 2

Figs. 4. Evidencias radiográficas. A) Inicio. B) Avance. C) Final.

Caso clínico 3

Figs. 5. Evidencias radiográficas. A) Inicio. B y C) Avance. C) Final.

Resultados

Bajo el microscopio electrónico de barrido el Auto BT muestra una consistencia similar a la del hueso cortical, por lo que se pueden considerar que el uso de los dientes como injerto autógeno debido a que tienen características fisicoquímicas similares a los injertos de hueso autógeno.

Las evidencias radiográficas muestran la eficacia de este procedimiento al observarse la regeneración de hueso.

Conclusiones

el AutoBT se puede utilizar con seguridad dentro de una variedad de procedimientos de reconstrucción como injerto para seno maxilar, regeneración ósea guiada, aumento del reborde alveolar e injerto para alveolo posextracción, lo que representa un buen recurso ya que el injerto de diente autógeno es más seguro que los injertos alógenos y xenógenos.

Autor

Dr. Vicente Carrasco Gutiérrez de Lara

Egresado UNAM, 1995. Certificado Fellow. Master y diplomate por el Colegio Mexicano de Implantología Bucal y Maxilofacial, A. C. Maestro en educación. Director del Instituto de Ciencias Odontológicas de Zacatecas. Representante del Colegio Mexicano de Implantología Bucal y Maxilofacial A. C. en Zacatecas. Miembro fundador de la Asociación Zacatecana de Implantología Bucal.

 

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