Por: Jacqueline Menchaca/blog/Newsletter
Fotos: cortesía Zeiss
A nivel microscópico hay un mundo nuevo. En todos los ámbitos de la vida se encuentran microorganismos indetectables al ojo humano, que existen como parte de los ciclos biológicos naturales, así como elementos que desarrollan funciones importantes en la existencia del hombre, tanto para bien, como para mal. Y el ámbito odontológico no es la excepción.
Durante muchos años, la profesión dental estuvo limitada a realizar revisiones a los pacientes únicamente con el ojo humano, el cual, dentro de sus limitaciones no podía observar realmente y con claridad todo lo que una pieza dental, un tejido o una mucosa presentaban.
La historia del microscopio es muy rica en datos y son el preámbulo de la creación de aparatos específicos para la práctica odontológica, la cual, hoy en día, va de la mano con la tecnología de punta.
Diversas empresas internacionales se han dado a la tarea de crear verdaderas obras de arte para la visualización del odontólogo en sus consultas y procedimientos.
La sofisticación de los microscopios actuales no tiene precedente.
Microscopios quirúrgicos
Porque parte del avance tecnológico incluye un mejor desempeño del dentista, a través de una posición lo más cómoda posible al realizar sus tratamientos, los microscopios quirúrgicos en la odontología cuentan con diseños ergonómicosque facilitan la práctica diaria.
Si por fuera son sumamente estéticos, por dentro son aun mejores. Sus fibras ópticas, fuente de luz, cámara de video y los controles se encuentran por completo al servicio del odontólogo. La mayoría no tiene cables o algo que pueda afectar el trabajo que este realiza.
La iluminación es esencial. Hay modelos que pueden iluminar y capturar hasta canales radiculares, así como visualizar los detalles y estructuras más pequeñas, a través de su capacidad óptica de vanguardia.
Asimismo, pueden enfocar un plano o estructura determinados con solo apretar un botón, sin necesidad de moverse o mover el microscopio.
Tienen la capacidad de realizar ajustes previos, de iluminación, acercamientos, en la consola de control, y personalizarse, facilitando asi, las tareas.
Los controles de enfoque, zoom, brillo, etc., e incluso congelamiento de imágenes, entre otras aplicaciones, son de diseño ergonómico y específico para ser maniobrados fácilmente.
Existen microscopios que cuentan, además, con luz fluorescente, super modernos, para que el dentista distinga entre los materiales naturales y artificiales de la pieza dental que está tratando, y así, identifica con rapidez la parte afectada, de manera más precisa y se está menos tiempo realizando la excavación.
Estos equipos son verdaderamente revolucionarios. Es, quizá, su adquisición la que aun se encuentra en proceso de generalizarse, pues los costos pueden resultar altos.
Sin embargo, en esta era tecnológica, las empresas y sus creaciones generan mayores ofertas, las cuales con seguridad facilitarán el camino para que en cada consultorio llegue a existir un microscopio de este tipo.
Diagnósticos y tratamientos son en este siglo XXI más certeros, rápidos y eficientes. ¿Se imaginaría el creador del microscopio sus alcances? No lo sabemos, pero esta disciplina, lo agradece.
Fuente:
zeiss.es