Como en cualquier profesión, la Odontología plantea una serie de retos que el estudiante y recién egresado deben conocer, para así decidir si “es lo suyo”. ¿Sabes cuáles son?
Primeramente, la situación que desde hace ya dos años azota al mundo: la pandemia. Los dentistas se encuentran entre los médicos más expuestos a la transmisión de este virus (y de otras enfermedades como la hepatitis B). Ha sido durante este tiempo una enorme tarea mantener el lugar de trabajo sanitizado bajo medidas específicas.
Los equipos de protección y la esterilización de los materiales son estrictos, además de los protocolos de seguridad durante toda la jornada laboral en el consultorio. Una reducción en el número de pacientes, y el incremento en los gastos para los insumos de la seguridad en el ejercicio de la profesión y para tranquilidad del paciente, son ahora aspectos permanentes.
En segundo lugar, muchos estudiantes que asistieron a instituciones privadas, probablemente egresen con deudas hacia su universidad. En algunas de ellas los costos son elevadísimos y para algunos que tuvieron becas, la deuda será menor y por tanto, más fácil de liquidar; pero no es la mayoría.
Así, además de que al salir de la carrera requieren ejercer, si se dedican a práctica privada también tienen que invertir para poner un consultorio con equipo adecuado y materiales.
Como si lo anterior no causara ya algo de estrés, hay que conseguir pacientes. Es una de las partes más difíciles, ya que, a pesar de que un dentista siempre es necesario y requerido, hay que “picar piedra”; demostrar que el trabajo que se ofrece es de calidad, elaborar estrategias de marketing para captar nuevos pacientes, establecerse en la zona adecuada, etc. Una tarea ardua.
Si se logra establecer un nombre y reconocimiento, ahora se deben mantener. Ofrecer la misma calidad en el servicio a los pacientes nuevos y a los que ya se tenían, sin excepción. Y en ocasiones, eso implica elaborar estrategias que permitan atender a más, en menos tiempo y con calidad excelente. La contratación de personal puede ser una opción, aunque, de nuevo, implica gastos extras.
La competencia. Como en cualquier carrera, los egresados de Odontología enfrentan la competencia que está a la vuelta de la esquina. No solo en el desempeño profesional particular, sino en la infraestructura del consultorio y en la calidad de proveedores. La era digital es el futuro en el presente; así que la actualización al respecto es ya una necesidad dentro de esta área médica.
Una salud comprometida. La práctica odontológica acarrea a quien la ejerce, en muchos casos, dolores crónicos de espalda, hombros, rodillas debido al tiempo prolongado que pasan en posiciones poco naturales, que comprometen la salud en general.
La salud emocional alterada por los problemas en los casos complicados, las deudas, las responsabilidades, etc., son también comunes entre los odontólogos.
Fieles a la profesión
Sin embargo, la mayoría de los dentistas motivan a los estudiantes a ser odontólogos. Si bien es cierto que hay que enfrentar obstáculos, es gratificante saber que la Odontología es una profesión que puede ser muy noble financieramente hablando; es capaz de otorogar al dentista un excelente modo de vida. Asimismo, la satisfacción de ver a los pacientes felices después de un tratamiento y saber que le otorgaron salud, funcionalidad y estética dentales, justifica cualquier dificultad, dado que ese es el objetivo de tan desafiante especialidad médica. ¿No lo creen?
Fuente: onyourownfuture.com