Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
De todos es sabido que, si bien se realizan esfuerzos por reducir la incidencia de enfermedades dentales en nuestro país, también es una realidad que la mayoría de la población tiene caries, enfermedades como gingivitis, periodontitis, etc.
Ha sido siempre un reto mejorar la atención dental en nuestro país, dadas las brechas económicas, geográficas y sociales que se tienen. Sin embargo, la lucha no cesa.
A través de programas gubernamentales, como la Semana Nacional de Salud Bucal, y privados, se llevan a cabo actividades para la prevención, así como el tratamiento de padecimientos orales.
¿Qué se puede hacer de manera permanente?
Algunas estrategias podrían incluir la preparación académica a través de la educación continua y congresos de los estudiantes y odontólogos. Asimismo, el desarrollo de programas educativos en escuelas de educación básica que concienticen a los alumnos acerca de la importancia de la higiene oral, cómo realizarla, beneficios, etc.
Otro aspecto podría dirigirse hacia ampliar la cobertura a zonas marginadas, a través de programas y cooperación entre sector público y privado para ofrecer a esas poblaciones servicios dentales, aunque sean los básicos, enseñarles también la importancia de mantener limpia su cavidad bucal, ofrecerles insumos como cepillos dentales, pastas, hilo, colutorios, etc., y tratar de hacer eso regularmente.
La accesibilidad es un aspecto que debe abordarse, quizá ampliando los servicios dentales en instituciones gubernamentales, o tal vez creando clínicas, con apoyo privado, que puedan ofrecer servicios a bajo costo y en zonas estratégicas a personas que no cuentan ni con un seguro particular ni con servicios médicos de las instituciones mencionadas.
La tecnología en favor de la odontología y al alcance de la mayoría. A través de la teleodontología, una herramienta ya común podría, por ejemplo, acceder a pacientes que viven en zonas remotas, para dar seguimiento a tratamientos iniciados, orientarlos y darles indicaciones mientras la atención se hace presencial.
Es mucho lo que falta, pero también es mucho lo que puede hacerse en pro de la salud bucal en nuestro país. Entender a fondo que esta debe ser prioridad dadas las repercusiones que se generan ante un estado oral enfermo, será el estandarte que la odontología deberá portar en este 2025.