Por: Jacqueline Menchaca/blog/newsletter
Los avances tecnológicos, la inteligencia artificial, tantos y tantos productos odontológicos como los escáneres intraorales, las CAD CAM, los medios digitales, etc., actúan de la mano de los profesionales, sin embargo, el origen de todo éxito en un tratamiento es el diagnóstico, como primer paso.
Y, en ese sentido, el papel del odontólogo es fundamental. Es aquí donde el conocimiento, la dedicación, la experiencia si se tiene, o el entusiasmo por hacer bien las cosas (si se es apenas egresado), etc., se conjugan para obtener un diagnóstico certero, a partir del cual se elaborará el tratamiento dental, sea específico de una disciplina o sea algo “fácil” como quitar una caries.
Es, entonces, cuando la primera consulta toma una gran relevancia. ¿Cómo se revisó al paciente en esa primera cita? No se debe olvidar que, además de que de ahí derivarán posibles estudios complementarios, ese día puede determinar si el paciente potencial, se queda o se va.
En otros blogs se ha retomado el tema de la comunicación asertiva con el paciente, así como el buen trato, infraestructura adecuada en el consultorio para brindarle comodidad y tranquilidad al paciente. Sin embargo, la revisión dental es primordial en ese primer acercamiento entre paciente y dentista.
Por más aparatos sofisticados que se tengan, si el paciente no se siente bien revisado, difícilmente continuará ahí.
- Una entrevista general con los datos generales y médicos del paciente es muy importante para considerarlos al iniciar sea un estudio o sea el tratamiento; conocer cuáles medicamentos pueden resultar nocivos si comunicó alergia a alguno, enterarse de enfermedades sistémicas y cómo las está tratando, etc. Asimismo, para tener un historial que pueda ser comparado en citas posteriores y detectar cualquier anomalía.
- Motivo de consulta. Después del plano general, es conveniente ir a la razón de su visita: molestias, inflamación en tal pieza dental, halitosis, etc. Hacer preguntas al respecto y bajo la lupa de ustedes, como profesionales.
- Realizar una auscultación detallada y profunda visual y manualmente. Y, preferentemente, tomar fotografías intraorales y/o radiografías para conocer el estado interior de la boca o de algún órgano dentario en particular.
Las ortopantomografías se utilizan mucho para conocer la estructura dental, facial y bucal, ya que se puede detectar desde caries incipientes, quistes o tumores, estado del hueso a nivel maxilar y mandibular, dientes retenidos, posición de los terceros molares, etc.
- Detección de anomalías. Independientemente de la situación dental, es posible visualizar anomalías en tejidos blandos como decoloraciones, bultos, inflamaciones sospechosas, etc., y de ahí iniciar nuevos estudios para descartar posibles enfermedades como el cáncer.
Posteriormente, conversar con el paciente acerca de los hallazgos, así como de las acciones que se tomarían, cuál sería el tratamiento y, de ser posible, los costos definitivos, aunque es importante aclarar que estos son con base en lo observado.
De ser posible, enviarle por escrito los hallazgos observados en su boca, qué procedimientos se realizarían, un tiempo aproximado de duración y reiterarle las condiciones en las que se expresa el costo. Esto, porque en ocasiones sucede que se tuvo que llevar a cabo un procedimiento extra, que al realizarlo generó otros honorarios aun mínimos, pero que ocasionaron quizá, descontento en el paciente por no aclararlo con anterioridad.
Así como el origen de la salud es la prevención, así, el origen de un paciente nuevo y de un óptimo tratamiento es una excelente revisión dental inicial. ¿Qué opinan?